"Hablo por mi diferencia"
Tan problemática como su entrada a la literatura fue la inserción de Lemebel en las filas del progresismo, la que estuvo marcada por su intervención pública en una concentración política celebrada en 1986 en la Estación Mapocho. En esa oportunidad leyó su manifiesto "Hablo por mi diferencia", texto que estaba a medio camino entre el cuento, la crónica y la poesía: "¿Qué harán con nosotros, compañero? ¿Nos amarrarán de las trenzas en fardos con destino a un sidario cubano? ¿Nos meterán en algún tren de ninguna parte?" (Shuterland, Juan Pablo. A corazón abierto: geografía literaria de la homosexualidad en Chile. Santiago: Editorial Sudamericana, 2002), preguntó Lemebel con tacos altos y una hoz de maquillaje que le nacía en la boca y se extendía por la mejilla. La muchedumbre, desconcertada, no supo muy bien de qué manera interpretar este mensaje, de boca de una especie de travesti revolucionario que tuvo que vivir la militancia política también a contrapelo.