Alcanzó gran notoriedad
La obra de Manuel Lacunza tuvo una amplia difusión en Europa y América, a pesar de la censura eclesiástica. Un buen ejemplo lo constituye el impreso que presentamos a continuación, que son observaciones y comentarios hechos por un teólogo mexicano anónimo a Venida del Mesías en gloria y majestad. El opúsculo perteneció originalmente a la biblioteca del bibliógrafo mexicano José María Aldunate, quien la vendió al emperador de México, Maximiliano de Habsburgo, cuyo sello se encuentra en el interior del libro. La biblioteca fue subastada en Leipzig en 1869 y años después el opúsculo pasó a manos de Diego Barros Arana.