Cahuín
Cahuín es un libro de crónicas y anécdotas sobre la vida estudiantil del escritor en el Instituto Nacional y sus dos primeros años en la Escuela de Derecho.
En esta primera obra, Varas dio a conocer su representativa ironía y ágil humor. Asimismo, se presentó como un autor incipiente: "Soy todavía un indeciso o, mejor dicho, ya lo soy. Carecer de un camino definido, tocar todos los géneros ―sin comprometerse mucho― y contradecir con cierta frecuencia son cualidades que los críticos celebran: le dan combustible abundante y fácil. Por lo demás, abomino de los prólogos. Jamás los leo. Nadie los lee" (José Miguel Varas. Cahuín. Santiago: s.n., 1946. p. 1).
Cahuín mereció los elogios de los críticos de la época: de Alone, Andrés Sabella, Juan Tejeda, Luis Meléndez y José Santos González Vera.
Muchos críticos, entre ellos Juan C. Tejeda, concordaron en que Cahuín reveló ciertas influencias del surrealismo: "Cahuín es un conjunto desordenado de ideas desordenadas, de imágenes, de sueños, de recuerdos del colegio (...) Hay dramas terribles, causados por los celos que un aviso luminoso siente frente al éxito de un chambergo que se pasea orgulloso antes las miradas de los transeúntes que desdeñan las letras iluminadas. Hay una cama que se encabrita una noche que su propietario se acuesta en ella con espuelas. Para José Miguel Varas, el caballo blanco de Napoleón era color cinco..." (Juan C. Tejeda. "Cahuín, de José Miguel Varas", La Nación, 3 de marzo, 1947).
La tirada fue de 1000 ejemplares, muchos de los libros fueron vendidos personalmente por el autor y otros fueron exhibidos en librerías.