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Ley de Defensa Permanente de la Democracia

Una vez instalado en el gobierno en 1946, el Partido Comunista impulsó y apoyó una serie de movilizaciones sociales con el fin de dar acabado cumplimiento al programa, que contemplaba el impulso a la reforma agraria, la ampliación de los derechos de los trabajadores (especialmente la sindicalización de los obreros agrícolas) y el perfeccionamiento del sistema democrático que incluyía el otorgamiento de plenitud de derechos civiles y políticos a las mujeres.

Mediante la presión social, los comunistas se proponían impedir que estos elementos claves del programa continuasen siendo postergados en aras de la unidad de la coalición. Esto significó el fin de la antigua estrategia comunista de plena colaboración con los anteriores gobiernos radicales, en concordancia con la política del Frente Popular impulsada por la Unión Soviética y que sostenía que las demandas sociales debían ser pospuestas con el fin de mantener la unidad antifascista con la burguesía y la oligarquía. Por el contrario, la nueva estrategia comunista se inscribió dentro del contexto internacional de la Guerra Fría que enfrentó al mundo capitalista liderado por Estados Unidos y el bloque socialista encabezado por la Unión Soviética. Esta política confrontacional del Partido Comunista, sumado a las presiones norteamericanas, hizo que la presencia de los comunistas en el gabinete se convirtiera en inviable.

En abril de 1947, pocos días después de que estos obtuvieran un 16,5% en las elecciones municipales (altísima votación sólo comparable a la obtenida durante el gobierno de la Unidad Popular), González Videla decidió reorganizar su gabinete sin su presencia. Tras un año de intensas movilizaciones sociales, en abril de 1948 el gobierno presentó un proyecto de Ley de Defensa Permanente de la Democracia que declaraba fuera de la ley al Partido Comunista y despojaba de sus derechos políticos a sus militantes. Con el apoyo de liberales, conservadores, agrario-laboristas y la mayor parte de los radicales y socialistas, la ley fue aprobada en septiembre de ese año, con el rechazo de los comunistas, un sector minoritario de radicales, socialistas y la Falange Nacional.

A mediados de 1950, invitado por el Presidente Truman, González Videla fue aclamado en su visita a varias ciudades de Estados Unidos. La Ley fue derogada en 1958.