Compañeros de viaje
Enrique Espinoza en lo referente a su propia producción literaria, se mantuvo en un segundo plano, privilegiando su imagen como difusor, editor y teórico literario. No obstante, alcanzó cierto reconocimiento con La levita gris (1924), libro en que reunió una serie de "cuentos judíos de ambiente porteño" y fue publicado en Buenos Aires. Posteriormente, en Chile, presentó Compañeros de viajes en 1937 y Chicos de España en 1938. Estos dos últimos libros tienen el formato de narraciones de viajes. Por ejemplo, Compañeros de viaje es sobre el sur de Chile, la pampa argentina y el litoral brasileño.