Corriente migratoria
El desarrollo de la economía ovina en Magallanes y la Patagonia argentina impulsó desde las últimas décadas del siglo XIX una corriente migratoria de chilotes hacia esas regiones para trabajar como peones en las estancias australes. El segundo lugar al cual se dirigió la migración chilota fue la costa de Aysén y los archipiélagos australes de las Guaitecas y los Chonos, impulsada por el auge de la exportación de madera de ciprés.