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Lo Bello

Las primeras elucubraciones del pensamiento occidental, en torno a la idea de belleza y a lo bello, tuvieron origen en la Grecia Clásica, hacia los siglos V y IV a.c. aproximadamente.

Platón, uno de los primeros grandes filósofos griegos, y en gran medida fundador del pensamiento occidental, otorgó a los temas de la belleza y de lo bello una nueva y radical impronta. En la filosofía platónica la teoría de la belleza comenzaba y terminaba obedeciendo a cánones esencialistas y metafísicos. Las cosas bellas, que podían apreciarse en el mundo de los sentidos, sólo lo eran en la medida en que ellas participaban de la belleza en sí. Sin la presencia de tal fundamento absoluto, sin la presencia de tal esencia, las cosas no podían nunca llegar a ser bellas porque ni siquiera podían llegar a ser algo.

Luego, Aristóteles, gran filósofo y el más importante discípulo de Platón, se encargó de constituir una particular teoría del arte, haciendo frente en gran medida a los planteamientos ya enunciados y sobre todo teniendo en cuenta más bien el proceso de creación artística: la poíesis y la mimesis.

La época moderna, y el evidente cambio de paradigma, trajeron los planteamientos de Immanuel Kant (1724-1804) y Georg Wilhelm Hegel (1770-1831). Luego, Hegel, partiendo hasta cierto punto de las consideraciones kantianas, pero también de las opiniones de F. Schiller y Winckelmann -como señala la filósofa chilena Carla Cordua-asentó, quizás por primera vez, la idea del fin del arte así como también la idea del fin de la filosofía.

Hegel dio cuenta tanto de un nuevo modo de comprender la idea de belleza, el concepto de arte y el de proceso de creación artística, como de la realización de una clara demarcación en lo que respecta a lo que fue uno de los ejes centrales de la estética romántica, tan cara al siglo XIX, la permanente remisión a la naturaleza como tópico fundante de la mimesis artística.

El pensamiento estético de Hegel ha sido considerablemente revalorizado en la actualidad por algunos filósofos chilenos quienes, desde distintas orientaciones, no sólo han logrado aproximarlo a una más abierta comprensión sino que, además, han logrado problematizarlo al relacionarlo con las concepciones de algunas de las más importantes manifestaciones artísticas, plásticas y literarias, de la época moderna y en cierta medida de la contemporánea.

Por una parte, nos encontramos con las obras de la connotada filósofa chilena Carla Cordua Idea y figura: el concepto hegeliano de arte y El Mundo ético: ensayos sobre la esfera del hombre en la filosofía de Hegel. Por otra parte, nos encontramos con las obras y escritos de Pablo Oyarzún y Sergio Rojas quienes han realizado interesantes aportes en lo que concierne a comprender el pensamiento hegeliano en relación tanto a las temáticas propias de la historia de la modernidad como a específicas comprensiones y manifestaciones artísticas. Hegel y Poe, La Estética de Hegel: la individualidad y el fin del arte, respectivamente, son tan sólo algunos ejemplos. A lo que se agregan múltiples trabajos de crítica de obras plásticas y visuales en los que se tematizan tales aportes.