Las entonaciones son series estables de melodías armonizadas, las cuales son aprendidas, creadas y ejecutadas por el guitarronero. Cada entonación tiene su forma particular de ser acompañada por un toquío complementario, el cual es interpretado en guitarrón o guitarra. Como señalan Barros y Dannemann, "la melodía es independiente normalmente del tipo de fundado o tema que se canta con ellas. Podemos oír un verso a lo divino y otro a lo humano sin que ella varíe y aun sin marcar ninguna intención habida en el texto". ("El guitarrón en el Departamento de Puente Alto". Revista Musical Chilena, Nº74, 1960, p. 39).

El guitarrón chileno se usa comúnmente para acompañar entonaciones de versos a lo humano y a lo divino, además de servir, ocasionalmente, en la interpretación de cuecas, tonadas, valses, entre otras canciones. Al respecto comenta Rodolfo Lenz: "El guitarrón se usa casi exclusivamente para tocar 'entonaciones de poesía' de las cuales la mayor parte de los músicos saben solo unas tres o cuatro; buenos cantores (…) a veces más de una docena. Cuecas i tonadas se acompañan excepcionalmente en el guitarrón". ("Sobre la poesía popular impresa en Santiago de Chile", Anales de la Universidad de Chile (separata), mayo-junio 1894, p. 24).