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Federico Nietzsche

Federico Nietzsche (1844-1900) fue un notable y polémico filólogo y filósofo alemán autor de las obras Así habló Zaratustra, La voluntad de poder, El origen de la tragedia, Gaya Ciencia, Verdad y mentira en sentido extramoral, entre otras.

El anuncio del advenimiento del nihilismo, la famosa y radical sentencia "Dios ha muerto", con el subsecuente tópico de la muerte del dios de los filósofos y aparentemente también de la totalidad de los fundamentos, la voluntad de poder, el eterno retorno, el superhombre, etc., fueron algunos de los grandes y complejos temas inaugurados por la filosofía nietzscheana que reclamaron, y obtuvieron, una poderosa atención en los círculos filosóficos, estéticos y políticos de la postguerra europea.

Desde su perspectiva, los grandes problemas de la cultura europea se debían a dichos orígenes que, al establecer la necesidad de recurrir a fundamentos engañosos e ilusorios, impidieron a los hombres establecer relaciones sanas y auténticas con el mundo y con la naturaleza. En otras palabras, y según algunas interpretaciones, la historia del pensamiento occidental se construyó sobre una fábula; una narración que, aunque muy bien contada ya por el mismo Platón, obstaculizó a los hombres a reconocerse como lo que realmente eran: los animales más débiles pero también los más imponentes, toda vez que en ellos el instinto artístico y el lenguaje prefiguraban nuevas realidades, estando asentados siempre en la voluntad de poder.

La importancia de Nietzsche fue radical, porque anunció, con preclara visión, el panorama histórico y cultural de los siglos XX y XXI. De ahí el hecho de que toda la filosofía contemporánea, cual más cual menos, estuviera influenciada por su pensamiento.

La filosofía chilena actual no ha quedado al margen de la reflexión en torno al pensamiento nietzscheano, revalorizado en Europa primero por Heidegger y luego por los representantes más importantes del denominado pensamiento débil: Gianni Vattimo y Jean François Lyotard. Nietzsche llegó a Chile con fuerza fundamentalmente a través del pensamiento de los mentados autores. Aunque ya mucho antes, en la década del cuarenta, Chile inició la aproximación a su pensamiento a través de la publicación del texto de Enrique Molina Garmendia Nietzsche, dionisíaco y asceta: su vida y su ideario.

La filosofía del arte, la filosofía de la historia, la filosofía política, la metafísica, la antropología filosófica, la ética e incluso la filosofía de la ciencia, han reflexionado en torno a los grandes problemas enunciados por Nietzsche, fundamentalmente asociados a las radicales consecuencias culturales de la significación de la frase "Dios ha muerto".

Gonzalo Portales, Pablo Oyarzún, José Jara, Cristóbal Holzapfel, Eduardo Carrasco, Ana Escríbar, y, en cierta medida, también Marcos García de la Huerta, son tan sólo algunos de los filósofos que han dedicado sus aportes a la reflexión, a veces muy diversa, del pensamiento del autor, aplicando sus esfuerzos a comprender al individuo y a la sociedad contemporánea, a partir de la radical crítica a los fundamentos y a partir de la exhortación nietzscheana a constituir un nuevo hombre, una nueva moral, una nueva manera de comprender al arte y una nueva manera de comprender la política.