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Martin Heidegger

La radical propuesta filosófica de Heidegger remitía a la imperiosa necesidad de rescatar una nueva manera de comprender al hombre y su relación con el lenguaje, el pensar y el ser. Ello debido, en gran parte, al olvido al que le había arrojado la historia de la filosofía y que implicaba el hecho de que esta misma incluso se habría constituido a partir de tal olvido radical, en la medida en que creyendo referir al ser, no hacía más que confundirlo con un ente más. Sin embargo, la diferencia ontológica -como suelen traducirla los filósofos chilenos Cristóbal Holzapfel y Eduardo Carrasco- debía salvaguardarse.

Heidegger reconstituyó con fuerza la peculiar relación existente entre la poesía y la filosofía, o el pensar rememorante, en tanto posibles protagonistas principales del acontecimiento apropiador y apropiante (Ereignis). Pero también reflexionó sobre el arte en general y, más específicamente, sobre la condición ontológica de la cosa y del objeto de arte.

Heidegger en Chile ha sido ampliamente considerado. Desde diversas orientaciones, los filósofos Carla Cordua, Jorge Acevedo, Cristóbal Holzapfel, Pablo Oyarzún, Jorge Eduardo Rivera, entre otros, han demarcado la preocupación por particulares e interesantes aspectos a considerar a partir de la realización de una permanente reflexión en torno al pensamiento del autor.

Carla Cordua y su obra Filosofía a Destiempo; Jorge Acevedo y Heidegger y la época de la técnica; Cristóbal Holzapfel y su Aventura ética; Pablo Oyarzún y Heidegger y Celan; y la connotada traducción de Ser y Tiempo que ha llevado a cabo Jorge Eduardo Rivera, señalan, en mayor o menor medida, la importancia de la influencia de Heidegger para el desarrollo de la ontología, la antropología, la filosofía de la historia, la filosofía del arte e incluso la ética y la filosofía política en Chile, aun cuando estos dos últimos ámbitos del saber representen aspectos polémicos a considerar, teniendo en cuenta que el mismo pensamiento heideggeriano parecería a simple vista excluirlos. Carla Cordua trata parte del problema en el artículo "Heidegger y la Política", mientras que Holzapfel, en El pensamiento a-valórico heideggeriano, realiza una interesante aproximación al tema de la ética, teniendo en cuenta que el mismo Heidegger declara expresamente negarse a pensarla.

Pablo Oyarzún, por su parte, ha logrado volver a reflexionar en torno a uno de los grandes temas del pensamiento heideggeriano establecido en la relación entre filosofía y poesía, pensar rememorante y poesía. Lo ha hecho, en primera instancia, a partir de la significación posible del famoso encuentro sostenido por Heidegger, de aparentes tendencias pro nazis, y el poeta Paul Celan, de origen judío.

Por último, cabe señalar la figura de un polémico filósofo chileno que, aunque no haya realizado gran parte de su trabajo en Chile, ha tratado el pensamiento de Heidegger desde una perspectiva particular: Víctor Farías. Su libro Heidegger y el nazismo ha sido objeto de innumerables controversias de las que se han hecho parte algunos de los más importantes autores del pensamiento contemporáneo como Lacou-Labarthe, por ejemplo.