Producción literaria
"No me has contado ninguno de tus secretos.
Pero tu mano es la llave que abre la puerta
del molino en ruinas donde duerme mi vida..." ("Polvo para tus dedos", Fragmento. Para ángeles y gorriones)
"Cierro los ojos
y afirmo mi frente enhollinada
en los vidrios de la ventanilla
mientras la noche hunde en los ríos
su frente arrugada por los peces" ("Los trenes de la noche", Fragmento. Los trenes de la noche y otros poemas)
"Para hablar con los muertos
hay que saber esperar:
ellos son miedosos
como los primeros pasos de un niño.
Pero si tenemos paciencia
un día nos responderán
con una hoja de álamo atrapada por un espejo roto,
con una llama de súbito reanimada en la chimenea,
con un regreso oscuro de pájaros
frente a la mirada de una muchacha
que aguarda inmóvil en el umbral" ("Para hablar con los muertos", Fragmento. Poemas secretos)
"Esperábamos algo, sin duda,
algo entre puertas que abríamos y cerrábamos,
cuando tras romper la escarcha de las jofainas
el día nos saludaba con un muro a punto de caer,
noticias de nuevas guerras;
algo al no creer en la rutina de los mayores
y escribir en los cercos por la paz, el pan, la libertad.
Crecían bajo nosotros raíces de nuevos mundos" ("XIV", Fragmento. Crónica del forastero)
"Sí, es cierto, gasté mis codos en todos los
mesones.
Me amaron las doncellas y preferí a las putas.
Tal vez nunca debiera haber dejado
el país de techos de zinc y cercos de madera" ("Pequeña confesión", Fragmento. Para un pueblo fantasma).
"Y ella le dice: 'No habrá sino lluvia entrando
en ventanales sin vidrios
como tu pecho agujereado por balazos.
El techo de tu casa se ha derrumbado
Y nunca oirás otra vez
La risa de las madres que cuelgan ropa en los patios
Y no verás florecer los meteoros que te guiaban
Y no habrá flores, meteoritos de la tierra'" ("Synn Finne", Fragmento. Los dominios perdidos)
"'Tú que de la nada sabes más que los muertos'
Tú que temblabas sobre el papel en blanco
Acuérdate de mí que ya no llevo archivos.
Acuérdate de mí que ya no llevo archivos
Ni me conmueven estas líneas que escribo
Ni el vuelo de las golondrinas cada vez más oscuro
Y que no cambiaría por un oro invencible" ("Tú que de la nada sabes más que los muertos", Fragmento. El molino y la higuera)
"Eso fue la felicidad:
dibujar en la escarcha figuras sin sentido
sabiendo que no durarían nada,
cortar una rama de pino
para escribir un instante nuestro nombre en la tierra
húmeda,
atrapar una plumilla de cardo
para detener la huida de toda una estación" ("Bajo el cielo nacido tras la lluvia", Fragmento. Hotel Nube)
"Quien soy yo sino nadie
alguien que quisiera pasarse los días y los días
Como un solo domingo
Mirando los últimos reflejos del sol en los vidrios
Mirando a un anciano que da de comer a las palomas
Y a los evangélicos que predican el fin del mundo" ("Cuando en la tarde aparezco en los espejos", Fragmento. En el mudo corazón del bosque)