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Nueva Trova Cubana

El movimiento Nueva Trova Cubana, surgido hacia fines del año 1967 y comienzos de 1968, fue uno de los más importantes dentro de la Nueva Canción Latinoamericana, en términos de difusión, calidad musical e influencia continental. Teniendo como referente principal a la figura de Carlos Puebla, verdadero cronista musical del proceso de la revolución cubana, cantautores jóvenes fueron desarrollando una carrera musical donde el contenido social y la sofisticación interpretativa tuvieron un papel importante.

Sus cantantes, entre ellos, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Vicente Feliú, Leo Brauer y Noel Nicola, desarrollaron una labor musical que se transformaría en una de las más importantes de Latinoamérica. En este contexto, adquiere singular importancia la realización del Primer Encuentro de la Canción de Protesta, de carácter continental, que se desarrolló en La Habana el año 1967.

Otro hito importante fue el año 1969, cuando se fundó el grupo de Experimentación Sonora del Instituto Cubano de artes, Investigación y Ciencia, ICAIC, el cual contaba con el respaldo y auspicio del gobierno revolucionario encabezado por el comandante Fidel Castro. Fue por ende la Nueva Trova, un paradigma de la canción latinoamericana comprometida con el proceso revolucionario que pretendía vivir gran parte del continente, en esa época.

En el año 1972 se organizó un encuentro de jóvenes trovadores, que en ese momento se hacían llamar Trova Joven, donde definitivamente se consagró la Nueva Trova Cubana.

La relación con la Nueva Canción fue estrecha. En septiembre de 1972 Milanés, Nicola y Rodríguez estuvieron en Santiago de Chile por más de dos semanas, ocasión en que realizaron actuaciones en el Estadio Chile y, principalmente, en la Peña de los Parra, local donde compartieron experiencia con los principales músicos del movimiento chileno. Este vínculo, artístico y sentimental, se prolongaría en el tiempo hasta nuestros días.