Subir

Barra de la desembocadura

La problemática de la barra del río Maule se debe a que el nivel del lecho del río se une abruptamente con el fondo del mar de forma desnivelada, lo que genera bancos y diferencias de profundidades. A esto se le suma el choque de corrientes en la superficie y la confluencia de vientos norte y sur sin el predominio de ninguno, todos factores que obstaculizaron y a veces imposibilitaron la navegación de algunas embarcaciones, sobre todo las livianas, a vela o aquellas piloteadas por marinos de poca experiencia.

Las tratativas por solucionar el problema se sucedieron a lo largo de todo el siglo XIX. El primer gobernador de Constitución, Robert Foster, por ejemplo, ideó un sistema de señales y banderas desde la ribera de la desembocadura para guiar a las distintas embarcaciones, solución que no funcionaba a cabalidad por la escasa visibilidad de la zona en ciertas épocas del año, producto del clima.

Como propuestas de soluciones más definitivas, todas realizadas luego de acabados estudios técnicos, se sugirió la construcción de diques de contención o la destrucción de la barra mediante el aumento del caudal de desagüe. Esto último mediante la acción de vaciar los cauces de los ríos Lontué y Ñuble sobre el del Maule para que éste, con mayor profundidad y fuerza del caudal, rompiera la barra. Sin embargo, la problemática latente podía ser aún peor que la solución; el aumento del caudal del río podía provocar severas inundaciones en Constitución. El proyecto, por lo mismo, fue desechado.

La solución final fue la implementación de un remolcador a vapor para ayudar a las embarcaciones en la zona. La nave, en funciones desde 1852, fue el emblema de la importancia de la tecnología del vapor para la navegación del Maule. Aún así, no pudo salvar a cabalidad los problemas que finalmente fueron factor decisivo en el ocaso del tráfico fluvial y del puerto de Constitución.