Subir

Fermín Vivaceta Rupio (1829-1890)

Fermín Vivaceta formó parte de la primera generación de jóvenes chilenos que asistió a las clases de Brunet de Baines, y fue el primer arquitecto chileno autorizado en 1853 por el Gobierno para ejercer esta profesión. Nació en Santiago en 1829 y murió en Valparaíso el 21 de febrero de 1890. Desde temprana edad se desempeñó como ebanista. A pesar de su origen modesto, pudo ingresar a la Universidad debido a la habilidad que manifestó en los cursos nocturnos para artesanos que dictaba el Instituto Nacional.

Fue considerado el continuador de la obra de Brunet de Baines y Hénault, además de precursor de la sociabilidad obrera en Chile. Aunque imbuido en la tradición y formación francesa, logró combinar en sus diseños características del medio chileno. Introdujo materiales autóctonos, modificó dimensiones y proporciones, dándole a su obra un leve tono nacional. Dada su formación, utilizó los recursos formales del Clasicismo francés y su evolución al estilo Imperio. También se vinculó al estilo Historicista que se desarrolló en Europa a mediados del siglo XIX.

Vivaceta respondió a la gran demanda de la época: la gran residencia del grupo social dirigente que aspiraba a incorporar a su vida cotidiana usos y costumbres de la vida europea.

Sobre la antigua base de piedra, construyó de adobes y madera la parte superior de la torre de la Iglesia de San Francisco de Santiago. Continuó con la obra, inconclusa desde 1864, de Luciano Hénault en la Universidad de Chile. Diseñó el Mercado Central, obra iniciada en 1868 y terminada por Manuel Aldunate, y realizó obras para el desarrollo urbano de Santiago, como el Camino de Cintura, hoy Avenida Matta.

En 1872 se trasladó a Valparaíso y pasó allí los últimos años de su vida. Ejecutó en el puerto numerosas obras en calidad de proyectista y constructor, todas ellas hoy demolidas, entre otras: la casa de Emeterio Goyenechea, según crónicas la más suntuosa de la ciudad en su época, pero lamentablemente destruida por el terremoto de 1906; la capilla de José Tomás Urmeneta, destruida por un incendio en 1912; la casa de Antonio Subercaseaux en la calle Serrano, destruida por el terremoto de 1906; el templo masónico de Valparaíso en la calle Pedro Montt, una de sus obras más famosas, también destruida por el terremoto de 1906; el frontis y la torre de la Iglesia del Espíritu Santo, obra póstuma del arquitecto, demolida en 1952; el proyecto de Camino Cintura, que formaba parte del proyecto de planificación de los cerros de Valparaíso; la casa y almacén de Francisco Ossa, en calle Prat, demolida en 1978.