Cocorí es una novela dirigida al público infantil del escritor costarricense Joaquín Gutiérrez. Obtuvo el primer premio del concurso de la Editorial Rapa Nui en 1947. La tapa de la primera edición, ilustrada por Coré, seudónimo de Mario Silva Ossa, representa a un niño afrodescendiente con un mono subido al sombrero y una rosa en la mano, bordeado de una guirnalda de tortugas de color celeste. El libro está ambientado en Puerto Limón, en Costa Rica, donde se afincaron los esclavos que provenían de África.

Posteriormente, la obra fue traducida al inglés, el francés, el alemán, el portugués, el ruso, el ucraniano, el holandés, el eslovaco, al lituano, el búlgaro y al sistema braille con el patrocinio de la Unesco. Cocorí ha sido adaptada al teatro y llevado al escenario en Alemania, la antigua Checoeslovaquia, México, Ecuador, Perú, Venezuela, Colombia, Argentina, Chile y Costa Rica. La obra fue seleccionada entre las diez obras infantiles más significativas de la literatura infantil latinoamericana en un canon elaborado por especialistas iberoamericanos en el Primer Congreso Iberoamericano de la Lengua y la Literatura Infantil que se desarrolló en Santiago de Chile en febrero del 2010.

El libro se inicia con un epígrafe del poeta del Siglo de Oro español Francisco de Quevedo que ilumina el contenido de la novela: "A breve vida nace destinada, / sus edades son horas en un día".

Este epígrafe, fragmento del "soneto ofreciendo a Velisa la primera rosa que abrió el verano", se recrea en la novela al recoger el tema de la rosa ofrecida como símbolo del primer amor que se entrega al ser amado.

Cocorí cuenta la historia de un niño de la costa atlántica costarricense que ve descender de un barco a una niña rubia. Cocorí nunca había visto una niña tan extraña por lo que queda extasiado, sobre todo cuando esta le regala una rosa. En retribución, el niño corre a la selva a buscarle un mono que la niña deseaba tener. Lamentablemente, cuando llega con el mono, el barco había partido. Cocorí tiene entonces su primer dolor: se da cuenta de que el amor y la belleza son fugaces pues la niña se fue sin despedirse y la rosa solo le duró un día. Entonces, desconsolado se dirigirá a la selva para preguntarles a una tortuga y al mono por qué la niña se fue sin despedirse y por qué murió su rosa.

A través de un lenguaje sencillo, el autor hace reflexionar a Cocorí y sus pequeños lectores en torno a los misterios del primer amor a la vez que muestra la fascinante naturaleza de Centroamérica con sus caimanes, sus monos, sus serpientes y sus mariposas.