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su nombre

José Luis Ortega, en el número 11 de la revista Pluma y Lápiz, escribe a propósito del nombre de la revista: «¿Qué es la pluma? Un pequeño aparato de que a menudo nos servimos para estampar nuestros pensamientos, ya sea en la proclama, o en la carilla de un libro cuando se prepara. ¿Qué es el lápiz? Un sencillo instrumento de que echamos mano para tomar una nota, un perfil, un número, un cróquis» (Pluma y lápiz, (11):4). En este sentido, Pluma y Lápiz es una continuadora de lo que ya había comenzado La Revista Cómica (1895-1905), en la cual el periodismo se desarrollaba a la par que la caricatura.

Sin embargo, en la difusión de la literatura y de la opinión sobre la actualidad subyacen otros objetivos para la revista: «Ahora, la pluma. ¿A qué debe su importancia este considerado cuarto Poder del Estado: la Prensa? Con ella se escriben las palabras que forman las ideas, se esplican [sic] los pensamientos, se propagan las doctrinas i se forma también la buena escuela del ciudadano» (ibíd.).