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Sajuriana

De aparición en Argentina a comienzos del siglo XIX, según José Zapiola, la sajuriana llegó a Chile desde Cuyo traída por el Ejército Libertador, en 1817. Conocida también como secudiana, sejuriana o sajuria, obtuvo popularidad hacia 1840, pasando de salones aristocráticos, en sus inicios, a chinganas, centros mineros y campesinos, para luego declinar durante el siglo XX. Sus más grandes intérpretes fueron Las Petorquinas, las hermanas Tránsito, y Carmela y Tadea Pinilla. Quien mejor ha investigado sobre este baile ha sido Margot Loyola, quien lo recogió en el sector de Ñuble.

En términos musicales, la primera parte del canto, acompañado por guitarra y arpa, consta de una copla octosílaba con rima consonante. En su segunda parte consta de un estribillo consistente en una estrofa de cuatro versos hexasílabos o pentasílabos, también con rima consonante.

Es una danza que fue popular principalmente en la zona centro-sur de Chile. Se baila en pareja suelta, con pañuelos enarbolados al aire, donde es frecuente el zapateo y el paso escobillado, y en que se manifiesta el constante galanteo del caballero a su pareja.