Volcán Osorno
El volcán Osorno es un estratovolcán de 2.652 metros de altitud, con varios centros eruptivos adventicios, que se formó y desarrolló en cuatro etapas sucesivas durante los últimos 200 mil años. Se ubica entre el lago Todos los Santos, al este, y el lago Llanquihue, al oeste, en la Región de Los Lagos. El río más importante que nace de sus faldas es el Blanco-Las Cascadas, que desagua en el lago Llanquihue. Tiene un glaciar en la cumbre y en su cima, un cráter, que tiene entre 250 y 300 metros de diámetro. El volcán Osorno ha presentado, al menos, diez erupciones de importancia durante los siglos XVIII y XIX, pero no se han registrado erupciones durante el siglo XX, por lo que su inactividad de prolonga por más de un siglo y medio. Su emplazamiento, en el lago Llanquihue, frente a la ciudad de Frutillar, ha impulsado la formación de recintos turísticos para la práctica del esquí y del excursionismo, convirtiendo al volcán Osorno en el más turístico del país. Por otra parte, a pocos kilómetros se encuentra el volcán Calbuco, con 1.691 metros de altura. Para este volcán existen registros de actividad erupticia, al menos, desde fines del siglo XVIII. Es uno de los más peligrosos de los Andes del Sur, básicamente por el tipo de erupciones explosivas que ha registrado y los materiales que éstas han generado, tales como lavas de bloques, domos, flujos piroclásticos, lahares calientes y fríos, y extensos depósitos de caída de cenizas. Durante el siglo XIX, y después de un período de quietud entre 1838 y 1893, el volcán Calbuco tuvo su erupción más larga y catastrófica (1893-1895). En el siglo XX, sus tres estallidos de mayor magnitud ocurrieron en 1917, 1929 y 1961, siempre con enormes daños para la agricultura.