Yungay

El triunfo en Yungay puso fin a la guerra contra la Confederación Perú- Boliviana. José Zapiola, miembro de la Sociedad de la Igualdad; fundador de la Sociedad Filarmónica de Santiago, en 1826; y creador de numerosas zamacuecas, himnos y contradanzas; compuso en 1839, el "Himno a la Victoria de Yungay". Este se convirtió en el más interpretado luego del "Himno Nacional de Chile" durante el resto del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX.
La letra del himno dice:
Cantemos la gloria
del triunfo marcial
que el pueblo chileno
obtuvo en Yungay
Del rápido Santa
pisando la arena,
la hueste chilena
se avanza a la lid.
Ligera la planta,
serena la frente,
pretende impaciente
triunfar o morir.
¡ Oh, patria querida,
que vidas tan caras,
ahora en tus aras
se van a inmolar!
Su sangre vertida
te da la victoria;
su sangre, a tu gloria
da un brillo inmortal
Al hórrido estruendo
del bronce terrible,
el héroe invencible
se lanza a lidiar.
Su brazo tremendo
confunde al tirano,
y el pueblo peruano
cantó libertad.
Desciende Nicea,
trayendo festiva,
tejida en oliva,
la palma triunfal.
Con ella se vea
ceñida la frente
del héroe valiente
del héroe sin par.
Contenidos del minisitio
Las investigaciones de Memoria Chilena, Biblioteca Nacional de Chile (Servicio Nacional del Patrimonio) están bajo una Licencia Creative Commons Atribución-Compartir Igual 3.0 Unported, a excepción de sus objetos digitales.
