Magdalena Petit escribió cuentos para niños y también obras de teatro, las que en su mayoría fueron representadas y tuvieron mucho éxito. Algunas de éstas son: La caturra alfabetiza; Pinocho en el tribunal de los niños; Pulgarcito: (comedia sacada del cuento del mismo nombre); El desencantamiento de los juguetes: fantasía teatral y El cumpleaños de Rosita.

Sus escritos infantiles no han vuelto a publicarse, pese a que en su tiempo fueron muy leídos por los niños. Esto se debe a que en general, la crítica ha estudiado escasamente su obra: "(...) su nombre no ha despertado un gran entusiasmo crítico alrededor de su creación, como tampoco, su producción novelesca ha sido considerada representativa de la gran narrativa chilena; antes bien, ha sido relegada a la marginalidad de las historias literarias y de los manuales al uso" (Juan Gabriel Araya. "Aproximaciones a la narrativa de Magdalena Petit", Cauce (Chillán), (69): 25-27, primer semestre, 1995).