El 14 de septiembre de 1863, se reunieron en Llay-Llay, personalidades del mundo político, económico y eclesiástico, encabezados por el Presidente José Joaquín Pérez. A las 9:30 de la mañana salieron simultáneamente de la estación Alameda y de Valparaíso, dos ornamentados trenes que llevaban a las autoridades a Llay-Llay. A las 12:30, los trenes se juntaron en el punto convenido y en medio de un gran banquete campestre, comenzó la ceremonia. Durante el acto de inauguración, abundaron los discursos y las alabanzas al progreso de Chile. El más homenajeado resultó ser el ingeniero a cargo de la obra, Henry Meiggs. Un grupo de intelectuales, dentro de los cuales se encontraba Francisco Javier Ovalle, Manuel Beauchef y Benjamín Vicuña Mackenna, homenajearon al constructor del ferrocarril de Valparaíso a Santiago; obsequiándole una joya. A su vez Meiggs hizo públicos agradecimeintos a los obreros que participaron en la obra, desestimando los dichos que mostraban al trabajador chileno como flojo e insubordinado.