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Congreso Internacional de Literatura Femenina Latinoamericana

Este encuentro, inaugurado el lunes 17 de agosto de 1987, se llevó a cabo en Santiago, e incluyó en su programa una serie de mesas de discusión sobre crítica literaria y teoría feminista, literatura y patriarcado, estrategias del discurso femenino, poesía y narrativa latinoamericana, además de recitales poéticos y encuentros con escritoras de diferentes latitudes. Carmen Berenguer fue una de las organizadoras y participantes de este Congreso, en el cual intervinieron también Diamela Eltit, Lucía Guerra, Eliana Ortega, Ida Vitale y Nelly Richard.

En su presentación, Berenguer dio cuenta del contexto que las rodeaba, un "lugar ocupado y sitiado", donde "emergen en las antípodas de la opresión, aquellos lenguajes que no quieren negarse a ser y por el contrario han querido hablar (romper el silencio) dando curso a los rescates de las identidades interdictas por la violencia política, cultural e ideológica" (Berenguer, Carmen. "Nuestra habla del injerto", p. 14). La relevancia del Congreso está dada por una doble ruptura del silencio: por un lado, el silencio femenino histórico; por otro, el silencio de quienes escribían en plena dictadura militar.

Años después, Marcelo Coddou destacó la relevancia de este Congreso realizado en las postrimerías de la dictadura militar en Chile, por un grupo de mujeres escritoras capaces "no sólo de hacer literatura [...], sino de constituirse en una instancia de reflexión inquisitiva sobre su propio quehacer y sobre el quehacer general de la escritura" ("La mujer en la poesía chilena de los años 80", p. VII). Esta quedó plasmada en el libro Escribir en los bordes: Congreso Internacional de Literatura Femenina Latinoamericana (1990), que a modo de acta registra las ponencias presentadas sobre veintiún escritoras latinoamericanas, por Lucía Guerra, Beatriz Salo, Nelly Richard, Sonia Montecino y Soledad Bianchi, entre otras académicas.

Para Berenguer, el Congreso apostó por romper el silenciamiento histórico y cultural de la voz femenina y, particularmente, en el contexto dado por la dictadura militar: "A la mujer escritora, desde la historia heredada, no le ha sido, y no le es fácil articular esos mecanismos de poder" (Berenguer, Carmen. Op. cit., p.15).