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ZIGZAGueando por el mundo con Francisco Otta

Nunca he visto tanta gente rara en tan poco tiempo y reunidos en un espacio tan pequeño

Otta, Francisco. "Tahiti, edén de extravagantes", p. 7.

En el año 1959, Francisco Otta emprendió un viaje al continente asiático. Durante este realizó exposiciones de su obra pictórica, tomó notas de las costumbres de cada uno de los lugares que visitó y dibujó cada una de esas cosas, edificios o animales que llamaron su atención.

Estos apuntes de viaje y dibujos, acompañados por fotografías, fueron publicados a manera de crónica semanal en la sección "ZIGZAGueando por el mundo" de la revista Zig-Zag, entre octubre y diciembre de 1959.

A través de estas crónicas es posible reconstruir el trayecto que llevó a Francisco Otta hasta Japón, recalando en lugares como Panamá, Tahití o Australia y, además, reconstruir una mirada que -al abordar realidades que se le ofrecen de maneras completamente diferentes, lo "desorientan" o lo fascinan- se encuentra con sus propios prejuicios.

En su paso por Tahití, los usos de la palmera en la vida de los isleños lo sorprendieron por su variedad: "No solamente el fruto de la palmera se utiliza: también todas las demás partes del árbol pueden aprovecharse. El tronco da la madera para los postes que se necesitan en la construcción; las hojas se emplean para tejer hamacas, abanicos, alfombras, tabiques, etc. La fibra seca de las raíces forma aquellas polleras finas para bailar la hula tahitiana que muchos imaginan al mencionarse la palabra mágica: TAHITI" ("Tahiti, Edén de extravagantes". Zig-Zag, número 2844, 9 de octubre de 1959, p.8-9).

En su parada en Hong-Kong, los mensajes e imágenes publicitarias, inaccesibles por el desconocimiento de la lengua, se muestran como mensajes vacíos, "puramente" estéticos: "Volvamos al mercado, con sus letreros y rótulos exuberantes. Sin entender su mensaje o su significado de propaganda comercial, el goce visual de los arabescos es puramente estético: ver esta multitud de caracteres chinos sin poder leerlos es como ver una exposición de buena pintura abstracta, no-figurativa" (Otta, Francisco. Aventuras en Babel. Zig-Zag, número 2853, 11 de diciembre de 1959, p.6).

En Japón, país que visitó con particular interés y al que le dedicó dos crónicas, la concepción de la escritura y su relación con las "demás artes", así como la vinculación de sus habitantes con la pintura llegaron a pasmarlo: "Me quedo pasmado ante la facilidad con que todo el mundo maneja el pincel, como si fuera lo más natural del mundo (…). El interés por la pintura es un fenómeno fundamental y en las exposiciones puedo observar el agudo interés, casi profesional, con que la gente mira y analiza los cuadros" (Otta, Francisco. "Tokio: cuesta 'orientarse'". Zig-Zag, número 2854, 18 de diciembre de 1959, p.7).