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La labor de Francisco Otta como ilustrador editorial

La labor artística de Francisco Otta se extendió también hacia la ilustración de libros, ámbito en el que exhibió el dominio de distintas técnicas. Las ilustraciones realizadas por Otta mantuvieron una fuerte conexión estilística con su producción pictórica, atravesando por períodos expresionistas en sus primeras xilografías de la edición de Fausto de Ludwig Zeller durante los años cuarenta, así como ilustraciones tendientes hacia la abstracción y la síntesis en las acuarelas de la novela Diamantino, de Fernando Emmerich, publicada en 1992.