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Lagar (1954)

A diferencia de los demás poemarios de Gabriela Mistral -Desolación (1922), Ternura (1924) y Tala (1938)-, todos editados en el extranjero, Lagar (1954) fue el primer conjunto de poemas inéditos de la autora que se publicó en Chile, por medio de la Editorial del Pacífico.

No obstante, algunas composiciones de Lagar habían sido publicadas previamente. Por ejemplo, en Pequeña Antología (1950), edición preparada por estudiantes de la Escuela Nacional de Artes Gráficas, apareció "Manos de obreros" y, en La Nación de Buenos Aires, vieron la luz "La dichosa", "La desasida", "La abandonada" y "La otra", poemas que la autora envió al periódico argentino cuando residía en Brasil (Ariz, Yenny. "Las 'Locas mujeres' de Gabriela Mistral publicadas por La Nación de Buenos Aires (1941-1943)". Revista Chilena de Literatura. Número 99, abril 2019, p. 146-147).

Lagar presentó trece secciones "prologadas por el poema 'La Otra' y cerradas por 'El último árbol', a modo de epílogo (Olea, Raquel. "Otra lectura de 'La Otra'". Acta Literaria. Número 14, 1989, p. 59), con un total de setenta y cuatro poemas. En relación con sus otros poemarios, se ha indicado que "Lagar propone una innovación al incorporar en un libro de poesía un 'Prólogo' y un 'Epílogo'" (Barrera, Gustavo y Sepúlveda, Magda. "Prólogo: 'una en mí maté'". En Mistral, Gabriela. Obra reunida. Tomo III. Ediciones Biblioteca Nacional, 2019, p. 205).

Respecto al título del libro, Ana María Cuneo mencionó que "Lagar es el sitio donde se pisa la uva, donde se prensa la aceituna, donde se machaca la manzana para hacer sidra, es decir, lugar donde el fruto maduro es triturado hasta entregarlo todo. Lugar de pérdida de identidad para ser transformado en otra cosa por una acción externa al sujeto". Cuneo indicó una relación entre el título y la idea de la muerte y la destrucción en el poemario. Así, señaló que "el libro nace y está unido por los títulos de sus secciones a circunstancias penosas para la humanidad y para la conciencia del hablante. Tienen presencia en este texto la Segunda Guerra Mundial, los campos de concentración, las doctrinas existencialistas del ser para la muerte, la temática social, el suicidio de su hijo adoptivo y de sus amigos los Zweig, su salud quebrantada, una honda preocupación religiosa y la presencia de la muerte personal como algo cercano" (Cuneo, Ana María. "Aproximaciones al libro Lagar de Gabriela Mistral". Revista Chilena de Literatura. Número 32, 1988, p. 48).

El crítico Francisco Dussuel (1915-1971) relacionó esta presencia del dolor en Lagar con Desolación pues, al igual que en el libro de 1922, "aquí también hay un dolor, que oprime, anhelos que atenazan, amores que laceran, pero a través de un sentir colectivo, amplio y profundamente humano que emociona" (Dussuel, Francisco. "Lagar de Gabriela Mistral". Revista Mensaje. Volumen 4. Número 38, mayo 1955, p. 113).

Ha habido algunos segmentos de la obra que han tenido interés especial para la recepción crítica. El primero de ellos fue la sección "Locas mujeres", que, según Yenny Ariz, "ha suscitado interés crítico debido en gran parte al motivo de locura, recurrente en la obra poética mistraliana". Así, Ariz mencionó que una de estas primeras lecturas fue la que realizó Palma Guillen (1898-1975), quién interpretó biográficamente los poemas de la autora indicando que fueron retratos del estado de ánimo de la autora derivados de la muerte de Juan Miguel Godoy Mendoza, Yin-Yin (1925-1943), conocido como su sobrino, idea que posteriormente reiteraron otros críticos. No obstante, la investigadora desestimó esta posición, pues algunos de los poemas que componían la sección habían sido escritos durante la década de 1940, es decir, eran previos a su fallecimiento (Ariz, p. 146-147).

El poema "La otra", primer texto del poemario y también el primero de la sección "Locas mujeres", ha sido uno de los que ha concentrado mayor interés. Según críticos como Nelson Rojas, el tema central del poema es el del doble: "Junto a la hablante, que se expresa en primera persona de singular, está la otra, a la que el título del poema parecería identificar como la protagonista". Rojas revisó tres lecturas que se han realizado al poema por parte de Raquel Olea, Grínor Rojo y Sussana Münnich. Así, señaló que "Olea ve en el poema la confesión de la alteridad de la hablante, escindida entre una 'una' y una 'otra', alteridad que, según la investigadora, hacia el final del poema es asumida plenamente por la hablante" (Rojas, Nelson. "Lecturas de 'La otra' de Gabriela Mistral". Estudios filológicos. Número 51, 2013, p. 70-72). En el caso de la lectura de Rojo, el crítico coincidió con la visión del doble en el poema e indicó que en él "hace uso de una estrategia confesional algo ingenua y a la que nosotros sentimos más próxima de las intenciones voluntaristas del testimonio autobiográfico que de la buena poesía" (Rojo, Grínor citado en Rojas, p. 72-73). Por último, Rojas señaló que, para Münnich, "la hablante está dedicada a su vocación poética y la otra, en quien prima la sexualidad, debe ser extirpada por ser incompatible con tal vocación".

En 1991, se editó póstumamente un conjunto de poemas inéditos, bajo el título Lagar II, libro que ha sido considerado, por un segmento de los investigadores de la obra mistraliana, como una segunda parte de Lagar.