Espacio campesino

La poesía de Delia Domínguez describe el paisaje campestre que conoció desde su infancia. De este modo, sus versos recogen la poderosa presencia de la naturaleza y la sabiduría popular de la gente del campo chileno. Sin embargo, su escritura actualiza los motivos provincianos a través de un lenguaje cotidiano y la actitud narrativa del hablante, características de la antipoesía parriana. Carlos Órdenes Pincheira, antologador de Mujeres en la poesía chilena actual, dice: "Poesía olorosa a campo, a viento enredado en canelos y tomillos: es el sur chileno torneado con maestría, con el amor de la gran poesía que logra comunicar en versos de gran factura la magia, la belleza y generosidad de sus acogedoras tierras". (Órdenes Pincheira, Carlos. Mujeres en la poesía chilena actual. Santiago: Editorial Semejanza, 2000. p. 125)
Actos naturales
Hoy piqué la tierra a las peoínas
y coseché arvejas en la huerta
mientras un niño
destapaba los canales del techo
atascados con las primeras lluvias.
Nada hay seco en los montes,
todo se esfuma
confundido en el humo de las fogatas lejanas
-también tus ojos que no pueden despejarse
porque estás muerta-
y en la despensa sigue goteando la pulpa
de membrillo
para el arrope de invierno.
(Órdenes Pincheira, Carlos. Mujeres en la poesía chilena actual. Santiago: Editorial Semejanza, 2000. p. 128)