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Crecimiento con equidad

Los sólidos índices macroeconómicos de la economía chilena señalaron que hacia mediados de 1990, el ingreso per cápita se acercó a los 5.000 dólares, uno de los más altos de América Latina. La productividad laboral aumentó en un promedio anual del 4,1% mientras que el empleo y los salarios reales crecieron a un promedio anual del 2,6% y el 4,8%, respectivamente, entre 1990 y 1995, mientras que el presupuesto, los precios y las tasas de intercambio se mantuvieron estables. Aunque no se logró la incorporación a NAFTA, Chile estableció varios acuerdos de comercio exterior a través de MERCOSUR y APEC (Asia Pacific Economic Coorporation). El comercio exterior, en tanto, aumentó de US$ 15.987 millones en 1990, a US$ 36.535 millones en 1997, representando para esta última fecha un 48,7% del PIB. La inversión extranjera creció de US$1.460 millones en 1990 a US$ 8.092 en 1997. La tasa de ahorro aumentó de un 14,9% del PIB en 1984-89, al 24,8% en los noventa.

De esta manera, según algunos economistas, fue durante los gobiernos de la Concertación donde se puso en práctica de forma consistente y completa los postulados neoliberales que se implementaron durante el gobierno militar de Augusto Pinochet Ugarte.