Arte Popular Chileno, publicado en 1971, resume décadas de trabajo de recopilación e investigación de su autor, Tomás Lago. El libro, de clara orientación pedagógica, junto con establecer una perspectiva sinóptica para el estudio de la artesanía chilena, describir sus métodos de producción y dar cuenta de su diversidad, formula ciertos planteamientos teóricos que se desvían de la aproximación convencionalmente adoptada por la disciplina folclórica. En este sentido, Lago aboga por la valorización de la cultura y los oficios tradicionales también en función de sus implicancias sociales y económicas y busca generar conciencia en el lector sobre la urgencia de preservar este legado, como lo demuestra el siguiente fragmento:

Lo típico de cada país de acuerdo con su geografía, su clima y su población racial va desapareciendo cada día por el aumento de la industria y la expansión de las comunicaciones de todo orden (...) De ahí surge la cada vez mayor importancia de los objetos tradicionales de todas las áreas del mundo. Son curiosidades accesibles como testimonios de viajes, supervivencias de la historia que antes sólo aparecían en los libros clásicos y ahora se encuentran fácilmente en los mercados municipales. (Arte Popular Chileno, p. 10).