EL DECONSTRUCCIONISMO PIERDE A SU PADRE
El 8 de octubre murió en París Jaques Derrida, uno de los más importantes y controvertidos filósofos del siglo XX.
19 de octubre de 2004
Jacques Derrida nace en El-Biar, Argelia, en 1930, en una familia francesa-judía. En Francia fue profesor en la École Normale Supérieure de París (1965-1984) y más tarde de la École des Hautes Études, importantes instituciones educacionales del país galo. Sus teorías dieron lugar al deconstruccionismo, cuya influencia ha sido importante tanto en Europa como en América, debido al cuestionamiento que hace de la base en la que se estructura el pensamiento filosófico occidental. El trabajo de Derrida se centró en el lenguaje. Sus argumentos revisan en forma profunda la tradición filosófica, mostrando el juego de conceptos implícitos que la sostiene y poniendo en tela de juicio distinciones fundamentales. Al interpretar su pensamiento, se puede decir que la filosofía occidental se basaba en el supuesto erróneo de que éste tiene un significado inalterable. El deconstruccionismo intenta demostrar, abordando los numerosos estratos semánticos que operan en el lenguaje, que es imposible determinar un sentido único de un texto. La tesis de fondo sería, entonces, que ningún pensamiento o concepto se puede transmitir en forma "pura" y unívoca, y que en consecuencia habría muchas interpretaciones legítimas. Las ideas de Derrida cayeron muy mal entre otros filósofos. Sus detractores lo acusaron de destruir las bases de la filosofía, al poner en duda la posibilidad de distinguir nítidamente entre lo verdadero y lo falso. Su influencia en Chile Para Pablo Oyarzún, Decano de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, quizás el legado principal de Derrida sea: "haber traído la filosofía [...] a la responsabilidad por la apertura radical a una alteridad imprevisible, que nuestra hermosa palabra castellana llama porvenir: lo que está por venir, que no se confunde con el futuro que prolonga el presente, sino que es el tiempo que lo subvierte" (El Mercurio, 17 de octubre de 2004). Quizá uno de los aspectos más interesantes de su pensamiento tenga relación con su planteamiento político, que más que vincularse con una tendencia de izquierda, expresa que la filosofía es una de las principales herramientas que permite crear un pensamiento crítico. Como él mismo dijo: "hoy día (la filosofía) a lo mejor tiene tareas específicas que se relacionan con la transformación del campo económico y político y que, particularmente, tienen que ver con la transformación de la tecnología y cómo ésta comanda cada vez más el campo social y público. Cuando me refiero a los medios lo hago porque, como usted sabe muy bien, el espacio político de hoy, más allá de los parlamentos o de los poderes clásicos del Estado, es un espacio dominado por los poderes tecnomediáticos internacionales y supranacionales" (El Mercurio, 17 de octubre de 2004).