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pionero del nacionalismo musical en Chile

Pedro Humberto Allende es la figura más sobresaliente de los músicos nacionalistas chilenos de las primeras décadas del siglo XX. Desde sus inicios como compositor, Allende sintió un profundo interés por el folclor musical chileno e indígena, particularmente mapuche. Para estudiar y recoger ejemplos de esta música, Allende visitó Nueva Imperial, Boroa y Lepe e incluso, luego de arduas negociaciones, consiguió que un grupo de músicos mapuche se trasladara a Santiago para registrar una colección de cantos y danzas (Claro, Samuel. Historia de la música en Chile, p. 138). En esta veta de investigador, participó en 1928 en el I Congreso Internacional de Artes Populares, en Praga, donde se le encargó crear una bibliografía científica de los cantos populares del mundo.

Allende es considerado como el músico chileno que más lejos llegó en el intento de interpretar musicalmente el paisaje cultural chileno. Su música integra y recrea elementos de la vida cotidiana del Chile criollo a través del colorido instrumental, con gran destreza en la orquestación y una efectiva capacidad de evocación del material vernáculo. Ello gracias a los dulces timbres y citas musicales que se aprecian en piezas como Escenas Campesinas (1913), una de sus obras maestras. Otra de sus obras cumbres en este registro son las Doce tonadas de carácter popular chileno, escritas para piano entre 1918 y 1922. Estas tonadas, consideradas un paradigma de la música chilena, dieron cuenta de la incorporación de este género en la música de concierto y, de este modo, del inicio del proceso de urbanización de las músicas de raíz folclórica, otrora practicadas únicamente en laz zonas rurales de Chile.