Subir

José Antonio Martínez de Aldunate

Obispo electo de Santiago en 1810, José Antonio Martínez de Aldunate pertenecía a una de las familias más encumbradas del mundo criollo. Nacido hacia 1730, su carrera eclesiástica lo llevó a la Dirección General de Temporalidades de Indias, encargada de la enajenación de los bienes de la Compañía de Jesús tras su expulsión de los dominios españoles en América. En 1803, fue promovido al episcopado de la ciudad de Huamanga, en la sierra central del Perú, cargo que desempeñó por seis años hasta que fuera promovido a obispo de Santiago.

El Cabildo Abierto convocado el 18 de septiembre de 1810 lo eligió vicepresidente de la nueva Junta de Gobierno, cargo que recién pudo asumir tras su llegada a Chile a fines de ese año. A diferencia del prelado Rodríguez Aldea, el nuevo obispo dio su apoyo al movimiento juntista en representación de la Iglesia. De todas maneras, la avanzada edad de Martínez lo llevaron a la tumba al año siguiente, restándole un apoyo a la causa independentista.