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La concepción del lenguaje en la filosofía de Husserl

Este libro publicado en 1960 es una síntesis del método fenomenológico de Husserl centrada en la concepción del lenguaje de dicho autor, la que Martínez procura presentar como una teoría unitaria aun cuando no es originalmente sistemática ni central a la filosofía del pensador alemán, quien la desarrolló fragmentariamente. "Me refiero a la comprensión husserliana del lenguaje como instrumento del filosofar, comprensión que, según creo, es válida para el lenguaje de toda filosofía en sentido estricto, y que, aún más, puede ser considerada como determinación esencial de la naturaleza de la empresa filosófica. (...) Advierte Husserl expresamente que la filosofía no puede realizarse sobre la base de un lenguaje totalmente definido, al modo de las matemáticas. Por el contrario, debe conservar el acceso intuitivo al fenómeno que se da en un hablar como el cotidiano, conceptualmente impreciso, pero unívoco por la intuición concreta" (pp. 9-10).

Martínez Bonati se detiene en la conformación del sentido a través del lenguaje, como acto de dotar de sentido (noesis) y existencia del sentido propiamente tal (noema). El sentido impletivo es, dentro de este esquema, el cumplimiento significativo entre la unidad intuitiva que un contenido de lenguaje elabora en la conciencia, y la percepción efectiva en la realidad. Martínez destaca el concepto de signo en Husserl, como un signo trascendente, entendido como signo indicativo y signo significativo. Esta dimensión trascendental del signo es la que posteriormente criticó Derrida.

El estudio que Martínez Bonati realiza del pensamiento filosófico en Husserl es la antesala a su teoría sobre la imaginariedad del lenguaje ficticio, expuesta en La estructura de la obra literaria.