Subir

Larga data

La actividad teatral chilena, con directores, dramaturgos y compañías nacionales, comenzó hacia 1917. Sin embargo, en el siglo XIX existían compañías extranjeras, sobre todo españolas, que visitaban nuestro país con espectáculos de zarzuela y opereta italiana, entre otros. Este fenómeno sirvió como semilla en el público chileno, que se acostumbró a asistir al teatro y, con ello, desarrolló un gusto por esta disciplina artística. Por otra parte, fue una importante escuela para artistas nacionales que aprendieron técnicas y procedimientos que, en un período posterior, fueron aplicados en compañías chilenas.