Su nombre verdadero fue Humberto Cortés y nació el 8 de octubre de 1901 en el pueblo de Tamaya, cerca de la ciudad de Iquique. De pequeño se vio en la obligación de abandonar los estudios y dedicar su tiempo a trabajar como malacatero. Desde ahí en adelante inició un peregrinaje por distintos oficios como el de minero, dibujante y ventrílocuo, entre otros. Sin embargo, paralelamente a sus labores, Homero Bascuñan siempre mostró cercanía por las letras, interés que fue desarrollando al margen de los círculos académicos y que vio su primer resultado en 1933, con la publicación de Un problema de actualidad, opúsculo de crítica social.

Al llegar a Santiago, consiguió un trabajo en una fábrica de tejidos, en el que permaneció por varios años, mientras colaboraba paralelamente con escritos para el diario Las Últimas Noticias. La originalidad y la espontaneidad -propias de su formación autodidacta- se convirtieron en el sello de sus crónicas y artículos de prensa, firmados con más de doscientos seudónimos distintos. Algunos de ellos fueron: Juan de Almonacid, Pío Seglar, Juan Tres Palos, Chago Antúnez, Omar Korol y Tristán Alegre.

Su labor cronística lo hizo merecedor de un reconocimiento por parte de la Academia Chilena de la Lengua Española por el buen uso del idioma castellano en sus textos. Parte de su obra está compilada en La rebelión de los árboles, (Santiago, 1949), El retorno, novela breve (Antofagasta, 1962) y De los días perdidos, crónicas y recuerdos (Santiago, 1976).