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República Liberal

Luego del triunfo de José Joaquín Pérez, abanderado de la Fusión Liberal Conservadora, en la elección presidencial de 1861 comenzó a gobernar la República Liberal, la que como base de su gobierno estableció lograr un equilibrio entre los poderes del Estado, la búsqueda de la igualdad jurídica y la preservación de la libertad de los individuos como un derecho inherente a las personas. Además buscó disminuir la influencia de la Iglesia Católica, objetivo político que se manifestó con la aprobación de las Leyes Laicas durante el mandato de Domingo Santa María.

El gobierno de José Joaquín Pérez fue un período transicional entre la República Conservadora y Liberal, donde uno de sus rasgos principales fue la presencia de un sistema político multipartidista donde primó la idea de conciliación política, a través de la alianza política Fusión Liberal Conservadora.

Esta transición llegó a su fin hacia el año 1873, con la llegada al poder de Federico Errázuriz y en cuyo gobierno se llevaron a cabo una serie de reformas de índole liberal como las reformas constitucionales centradas en darle mayor poder y protagonismo al Congreso. Para esto se creó la figura de acusación a los ministros y se redujo el tiempo y las facultades presidenciales ante declaratorias de estados de sitios. Además se prohibió la reelección inmediata de los presidentes de la República.

La discusión en torno a la libertad de la enseñanza, promovida por el conservador Abdón Cifuentes, buscó poner fin a la exclusividad del Estado y del Instituto Nacional en las decisiones educacionales. Esto generó una fuerte discusión que significó el fin de la Fusión Liberal Conservadora por las diferencias ante la propuesta presentada, la que contemplaba libertad de contenidos en la realización de los programas educacionales y la posibilidad de rendir los exámenes en los mismos establecimientos.

Aníbal Pinto, Domingo Santa María y José Manuel Balmaceda fueron los siguientes presidentes del período, cuyos gobiernos se caracterizaron por continuar con reformas que limitaban el poder del ejecutivo, la construcción de grandes obras públicas y expansión territorial producto de las operaciones militares de la Guerra del Pacífico.

Durante el gobierno de Balmaceda se generó un fuerte enfrentamiento de poder y facultades entre los poderes legislativo y ejecutivo, provocando lo que se conoce como la Guerra Civil de 1891, lo que marcó el fin de la República Liberal y el comienzo de la República Parlamentaria.