Una de las principales luchas del movimiento estudiantil de la Universidad de Chile consistió, en un primer momento, en la democratización de las organizaciones naturales de los estudiantes, como los centros de alumnos. Más tarde, y una vez que se habían alcanzado logros importantes en esta tarea, los estudiantes de oposición de la Universidad de Chile se plantearon la necesidad de reemplazar a la deslegitimada Federación de Centros de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fecech), designada por el régimen y por el rector delegado de la universidad, y refundar la Fech, lo que finalmente se logró a mediados de los años ochenta.