En su libro Lihn, Zurita, Ictus, Radrigán: Literatura chilena y experiencia autoritaria, el académico Rodrigo Cánovas, además de profundizar una lectura de la obra de Zurita en la que los ejes son, por una parte la devolución al sujeto del discurso cultural del que ha sido privado y por otra, la liberación del lenguaje de los códigos represivos que a través de la historia han tratado de subyugarlo, aborda además el proyecto creativo de Enrique Lihn, de Radrigán y del grupo de teatro Ictus. Dos son los criterios fundamentales de los que se vale el autor para incluirlos en su análisis. En primer lugar, la importancia que se le atribuye en sus obras a la relación entre censura y las formas estéticas utilizadas para expresar su denuncia. En segundo lugar, el hecho que sus obras se articulan como una muestra representativa de la diversidad de discursos ideológicos que se rebelan contra los dictámenes de una cultura autoritaria. Es importante, además, destacar que para Cánovas tanto el Ictus como Lihn, Zurita y Radrigán, ensayan nuevas formas estéticas que les permiten dar un testimonio acabado respecto de la realidad chilena.