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Fuente itálica (1990)

Fuente Itálica contiene poemas de los libros Cifrado en la Villa Adriana y Deriva Florentina. En el prólogo inicial Rojas advierte que los textos fueron escritos en el plazo de seis años, en ocasiones diversas y ajenos al propósito de pertenecer a un único volumen. Así, la referencia a Italia no es la de un periplo, sino que la resulta de encuentros esporádicos.

Según el autor, un poeta "no tiene por función la del asunto privado de sentir en sí mismo sino la del cometido de crear en los demás, por medio de los artificios del lenguaje, restituyendo la emoción poética a voluntad y fuera de las condiciones, digamos naturales en las que ésta dio en producirse espontáneamente" (Fuente itálica. Santiago: Universitaria, 1991, p. 9). En "Ritratto di Bambina" el hablante reflexiona sobre un cuadro de Giovanni Battista Moroni que retrata a una muchacha, "encarnación premonitoria de una damisela/ de baraja". En la segunda estrofa, se problematiza la imposibilidad que tiene el cuadro de devolver la mirada a su contemplador:

No soy en su mirada el Otro de mirada alguna,

ahora que el que soy no me dictan sus ojos:

todo es conjetura si no perplejidad en la consigna muda

de un encuentro hecho de imágenes,

apenas el hallazgo mutuo de una manera de sombra

y la huella de un destello,

a despecho de quien quiera, en virtud de nada nuevo.

(Rojas, Waldo. Fuente itálica. Santiago: Universitaria, 1991, p. 19).