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cocinas a carbón

La cocina, ya fuera de carbón en el período de las paradas salitreras, o de parafina en el del sistema Shanks, se encontraba en la última pieza de la casa y solía ser construida por las mismas mujeres que las utilizaban. María Velázquez, de Tu Kin, recuerda que "cuando no se tenía, las mismas mujeres las hacían, con cuatro tarros llenos de tierra, se ponía la calamina encima y se hacía un hornillo para arriba con barro [borra], hasta la altura de uno. Se hacía una parrilla con fierros, ahí estaban las brasas y el fuego. Se ponía ahí una calamina estirada, se hacían dos hoyitos, uno para el cañón. Por el cañón salía el humo hacia arriba. Cuando no se tenía, también se hacía enrollando calaminas, se amarraba con alambres y listo el cañón. Así se hacían. Pero casi todas las casas tenían cocinas hechas".

Las cuatro "operaciones" eran momentos esenciales en la vida privada y cotidiana de los hombres y mujeres de la pampa. Se trataba del desayuno, almuerzo, once y cena, comidas que se llevaban a cabo en las casas particulares o en las cantinas.