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extranjeros que pasaron por Chile

Diferentes son los motivos que animaron a viajeros a pasar por nuestro país. Exploradores, científicos, antropólogos e inmigrantes han dejado plasmada su mirada extranjera en diversas publicaciones, en especial, diarios y crónicas. Mirada que en ciertos casos, según Sofía Guerrero, es la de viajeros que no tenían importancia social en sus países y que en Chile fueron acogidos como si fueran parte de la "más importante aristocracia" (Imagen de Chile a través de los viajeros románticos, p. 16).

Los primeros visitantes de Chile, más allá de los españoles que redactaron cartas de relación acerca del territorio nacional, fueron corsarios ingleses, como Francis Drake y Thomas Cavendish. De ellos, se conoce su historia por los diversos saqueos en ciudades como Valparaíso o La Serena. No obstante, esos no fueron los únicos extranjeros que viajaron por Chile. Durante los siglos XVIII y XIX diversas expediciones científicas francesas, inglesas, alemanas y holandesas recalaron en puertos nacionales. También, durante el siglo XVIII hubo expediciones españolas, como la de Don Antonio de Córdoba y Lasso de la Vega, quienes por motivos estratégicos de la Armada Real Española reconocieron las condiciones geográficas del Estrecho de Magallanes; o la del padre José García hacia Chiloé en su misión evangelizadora. Sin embargo, no cabe duda de que una de las expediciones más importantes por nuestro país fue la realizada por Charles Darwin entre 1832 y 1835. La marca que dejaron estos viajeros en nuestra historia es, en buena parte, una consecuencia de su escritura, que tuvo enorme repercusión cultural. Sin ir más lejos, Diego Barros Arana dedicó treinta artículos de su Historia General de Chile a relaciones de viajeros y el presente la historiografía continúa nutriéndose de ellos como fuentes privilegiadas para conocer nuestro pasado.

Una vez que Chile se adentró en el siglo XX, el perfil de los viajeros que pasaban por nuestro país cambió, puesto que entonces muchos de ellos hicieron de nuestro territorio su residencia definitiva; de ahí que la literatura producida por esos viajeros modernos corresponde más propiamente a literatura sobre inmigrantes. Diversos libros ilustraron la perspectiva de estos nuevos miembros de la sociedad chilena, entre los cuales destacan Benedicto Chuaqui y Roberto Sarah. Ambos retratan las diversas peripecias de los inmigrantes árabes que arribaron a nuestro país en las primeras décadas del siglo XX. En estos relatos, se ahonda en las descripciones de las diferentes costumbres entre la cultura local y la de los extranjeros que vienen al país, lo que los constituye en testimonios del encuentro entre la cultura nacional y la cultura de origen de los inmigrantes.