Subir

Tajamares del río Mapocho

Durante gran parte del período colonial, la ciudad de Santiago estuvo expuesta a las periódicas crecidas del río Mapocho, las que en ocasiones acarreaban grandes inundaciones que devastaban barrios enteros de la capital.

Para poner fin a este problema, en 1700 se inició la construcción de los tajamares, un muro de ladrillo que contuviera las crecidas del Mapocho. Estas defensas fueron ampliadas en 1726, y remodeladas en 1765, bajo la dirección del ingeniero Juan Garland.

En 1783, una gran inundación destruyó los tajamares existentes, por lo que el gobernador Ambrosio de Benavides ordenó a Joaquín Toesca su reparación. Mientras se discutía el presupuesto de la obra, el arquitecto construyó unos tajamares provisorios de madera. Ellos perduraron hasta 1792, en que comenzó la construcción definitiva de los tajamares de Santiago, bajo la dirección de Toesca. Tras la muerte del arquitecto en 1799, Agustín Caballero se hizo cargo de las obras, siendo reemplazado en 1803 por Ignacio Santa María. Los tajamares fueron terminados en 1808, abarcando un total de 33 cuadras, una obra de gran magnitud para la época.