La segunda novela de Teresa Calderón, Mi amor por ti, se inserta nuevamente en los caminos de la autobiografía. Aquí la autora y su pareja, el poeta Tomás Harris, son los protagonistas de una historia de amor que se inicia y termina con el anuncio de lo nuevo: la celebración del año nuevo del año 2000 y del 2004, respectivamente. Entre ambos extremos se insertan flash-backs que otorgan una estructura no lineal a la novela. Precedida por un epígrafe de Fragmentos de un discurso amoroso de Roland Barthes, la novela se inicia con el subtítulo de "Creo que el Apocalipsis ya pasó". Con ello se imprime al periplo de los personajes un aire esperanzador, a pesar de su paso por el lado oscuro marcado por excesos con el alcohol y por impulsos de autodestrucción: "Tomás entró en mi vida una tarde de marzo de 1990, cunado consciente o inconscientemente preparaba mi Anabasis. Entró su voz primero desde el citófono de la puerta de calle Dublé Almeyda. (...) Sentí el escalofrío en mi espalda, señal de los grandes acontecimientos, como un presentimiento feliz: queda en libertad incondicional. Se suspende la pena de muerte a última hora como en las películas de trasnoche en la TV cuando no había cable y todo transcurría en el más inocente blanco y negro" (Mi amor por ti: Alfaguara 2005, p. 41). La literatura pero también el cine y la televisión son referentes obligados en esta novela autobiográfica de los años de la transición. El crítico José Promis sostiene: "Sospecho que Teresa Calderón interpreta su intimidad como metáfora de hechos más trascendentes. Su relación con el escritor innominado coincide con el período de la dictadura; Tomás entra en su vida con el renacer de la democracia. Las constantes referencias literarias que se insertan en el texto inscriben a Tomás y Teresa en el mundo de los amores recreados por el arte. O sea, franqueza, pero también prurito de escritora que quiere insertar su historia personal en el espacio contemporáneo de la historia chilena y en el espacio universal de la literatura" (Promis, José. "Metáforas de la intimidad", El Mercurio, 24 de junio, 2005, p. 4 (Revista de libros)