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teatro escolástico o de colegios

Las congregaciones religiosas abrieron algunos colegios y seminarios para la población criolla, donde por lo común se representaban obras de teatro clásico y diálogos. Por ejemplo, existen antecedentes acerca de la celebración del Santo Patrono Ángel de la Guarda por parte de seminaristas en el siglo XVII. Estas festividades consistían en una misa solemne y vísperas; se encendían cuatro velas de cera de a libra delante de la imagen del Ángel y se hacía alguna representación teatral. En el libro de cuentas de 1612, se consigna: "cincuenta pesos. Que se dieron a Morales el comediante por la comedia que hizo del Ángel de la Guarda que es patrón del dicho Colegio" (Real Audiencia, vol. 3219, pieza 9, pág.a 122, Archivo Nacional).

Sin embargo, esta tendencia también tenía detractores, por lo que se puede percibir en relación al uso de instrumentos musicales en el Libro de las ordenanzas y constituciones y reglas del Convictorio de San Francisco Javier. Tras la visita que el P. Manuel Bissus realizó el 1º de agosto de 1727, prohibió las representaciones de comedias, entremeses o autos sacramentales "porque semejantes ocupaciones distraen mucho de los estudios, traen más ruido que utilidad, competencias en los adornos, afán en sus padres, fuera de otras indecencias ajenas de nuestra circunspección y crianza" (Barros Arana, Diego. Historia general de Chile, 2004).