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herramientas de evangelización

Aunque en nuestro país no existió a la manera de México o Perú, sí se puede encontrar manifestaciones teatrales con un repertorio especialmente realizado para adoctrinar a los aborígenes en la fe. Estas piezas dramáticas sirvieron para difundir el catolicismo por medio de la exaltación de la devoción. El llamado teatro evangelizador integra de muy diversos modos los aportes de españoles e indígenas en el continente (Anrique, Nicolás. Ensayo de una bibliografía dramática chilena,1899).

Los jesuitas prolongaron su práctica evangelizadora a misiones en capillas rurales y pequeños pueblos indígenas. En 1609, un grupo de misioneros jesuitas desembarcó en Chiloé para realizar "misiones volantes". Durante el período que duraban estas misiones la población participaba en espectaculares procesiones nocturnas mientras los sacerdotes predicaban la doctrina e intentaban extirpar todas las costumbres que pudieran ir en contra de la enseñanza religiosa católica. El éxito obtenido en esta práctica hizo que los misioneros denominaran al archipiélago de Chiloé "El Jardín de la Iglesia" (Pradenas, Luis. "Teatro en Chile. Huellas y trayectorias. Siglos XVI-XX", Estudios Filológicos (44): 260-261, 2009).