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Niño de lluvia

Este libro es considerado por la crítica como la autobiografía de su infancia, pues la historia del protagonista es idéntica a la del autor. El personaje del libro, Daniel o "el niño de lluvia", al igual que Benjamín Subercaseaux, es hijo único de una familia rica, dueño de innumerables juguetes, y que disponía a sus anchas de cuanto los demás niños envidiaban. Poseía para él sólo un patio vasto y misterioso; vivía con una abuela, una tía y su madre que lo protegían y mimaban. Por ello, Subercaseaux consideró este libro como uno de los más íntimos y espirituales que haya escrito; en él tradujo su visión de niño y sus sentimientos sobre su familia, su condición social y su padecimiento en ese "hogar de seda". Es una novela aguda que muestra el Santiago de 1900 a través de la mirada inocente de un niño. Benjamín Subercaseaux para describir su infancia y a sí mismo escribió en este libro: "Los niños de lluvia nacen tristes, al decir de las gentes; no es verdad; nacen preocupados, lo que no es lo mismo; si a veces su mirada parece tornarse sombría y su carácter, retraído, no es por culpa de ellos: los niños de lluvia podrían ser los más felices de la tierra si estuvieran solos en el mundo; pero hay los otros, los de sol".

Niño de lluvia completó, a la muerte del autor, cuatro ediciones: la primera en 1938 y una definitiva en 1973, la que se títuló Daniel (niño de lluvia). En su cuarta edición se explica en el prólogo el motivo de tantas reediciones: "Como Subercaseaux era un corrector interminable de sus libros, rehizo y completó tanto la primera como la segunda edición de esta obra. La tercera, a su vez, volvió a corregirla y dichas correcciones aparecen en esta cuarta edición, que el lamentable fallecimiento del autor hace que sea considerada como la versión definitiva".