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Becas

Una vez consolidada la Academia de Pintura y Escultura, el gobierno chileno decidió instaurar un sistema de becas al extranjero, con el fin de apoyar el desarrollo de la educación artística. Algunos de los beneficiados fueron: el escultor Nicanor Plaza; el pintor Pascual Ortega, que fue a estudiar a Francia con Alexandre Cabanel; Virginio Arias; Manuel Antonio Caro; Antonio Smith, quien tras su regreso en 1868 creó una academia particular, reclutando a Pedro Lira, Alberto Orrego Luco y Onofre Jarpa.

En su mayoría, los artistas chilenos eligieron París como destino, pues este lugar ofrecía la posibilidad de entrar en contacto con importantes académicos y profesores. Los que viajaron a la ciudad de las luces fueron: Pedro Lira en 1873, donde estuvo en contacto con Evarist Lumine y el pintor español Juan Antonio González; Alberto Orrego Luco; Pedro León Carmona en 1871; Ramón Subercaseaux en 1874; Cosme San Martín en 1875; Alfredo Valenzuela Puelma, en 1881, quien luego se trasladó a España en 1890, donde fue alumno de Joaquín Sorolla.

Asimismo, viajaron por Europa: Onofre Jarpa, quien estuvo en París y Roma; Enrique Lynch, quien estudió en la academia de Jacques Fernand Humbert y Henri Gervex y Simón González, entre otros.