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exploraciones, colonizaciones, migraciones

La información económica de los sitios arqueológicos tempranos en Sudamérica, permiten realizar nuevas inferencias sobre las etapas exploratorias, colonizadoras y las migraciones humanas durante el período Paleoindio subcontinental. De acuerdo a esto, al menos tres tipos de población habrían existido simultánea o secuencialmente.

Primero, bandas cazadoras equipadas con instrumentos de piedras bifaciales, como puntas de proyectil, adaptados a diversos ambientes o hábitats semiabiertos, donde habitaban manadas de megafuana, por ejemplo sabanas, estepas, desiertos, praderas. Sus evidencias se encuentran en los yacimientos del Jobo, Fishtail y Paiján (costa de Perú); Taima-Taima (Venezuela), Tagua-Tagua (Chile); y, Cerro La China y el Sombrero en la pampa Argentina.

En segundo lugar, existieron grupos equipados con herramientas unifaciales, o talladas por una sola cara, especializadas, como raspadores, raederas dentadas y cuchillos. También se utilizaban herramientas más elaboradas, trabajadas por las dos caras, conocidas como bifaces, tales como puntas de proyectil para la caza. Dichos grupos orientaban su subsistencia a recursos vegetales y animales en hábitats abiertos y cerrados mejor conocidos, tal como los pastizales altiplánicos de Pachamachay en Perú, donde se efectuaba una movilidad estacional desde un territorio base a otros aledaños, año tras año, estableciendo campamentos próximos a las zonas de pasturas y abrevaderos de camélidos. Como indican los sitios excavados en el oriente de Brasil, estas bandas pusieron mayor atención en los diversos recursos que cada ambiente ofrecía; de esta manera las familias cosechaban cocos y frutas, paralelamente a la caza de fauna menor.

Por último, el tercer grupo es reconocido por una industria lítica predominantemente unifacial y unas pocas herramientas bifaciales muy cuidadas utilizadas en múltiples ambientes y tareas especializadas. Fueron los pobladores que colonizaron y establecieron asentamientos más estables, manipulando sus hábitats y recursos de subsistencia, en territorios amplios, mediante movimientos restringidos y explotando recursos "de temporada" durante el año. Algunos ejemplos de estos grupos son los sitios de Monte Verde en el sur de Chile, los sitios de la Fase Itaparica de Brasil, conchales ubicados en la costa sur peruana y del norte de Chile, así como aquellos la fase pre-Las Vegas de Ecuador. Aquí, la gente utilizó ambientes ribereños, montañosos y estuarios costeros para obtener variados alimentos y materias primas para sus habitaciones, vestimentas y utensilios.