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Julio Vicuña Cifuentes (1865-1936)

Julio Vicuña Cifuentes fue uno de los primeros estudiosos del folclor en Chile; se especializó en la recopilación de mitos y romances de la tradición oral chilena. Sus trabajos más referidos son Romances populares y vulgares recogidos de la tradición oral chilena (1912) y Mitos y supersticiones recogidos de la tradición oral chilena, con referencias comparativas a los de otros países latinos (1915).

Vicuña Cifuentes nació el 1 de marzo de 1865 en La Serena, lugar en el que realizó estudios primarios y secundarios. A los diecinueve años se trasladó a Santiago para realizar estudios de Leyes, los que dejó inconclusos (Silva Castro, Raúl. "Julio Vicuña Cifuentes (1865-1936)". Revista Iberoamericana. Volumen VII. Número 14, p. 454). Posteriormente, en 1889, fue uno de los primeros estudiantes del Instituto Pedagógico, del que se tituló como profesor de Castellano (Araneda, Fidel. "Centenario de Julio Vicuña Cifuentes". La Nación, 4 abril 1965, p. 2).

Vicuña Cifuentes inició su carrera en las letras con su participación en el Certamen Varela en 1887. Posteriormente, colaboró en La Revista Cómica (1895-1905) con poemas y desde marzo de 1896 asumió la dirección del medio junto a Luis Fernando Rojas (1857-1942). En 1920, apareció su libro de poemas Cosecha de otoño. En relación con sus composiciones poéticas, se ha considerado que su obra es de tendencia modernista (Dinamarca, Salvador. "Julio Vicuña Cifuentes, humanista y poeta. 1865-1936". Revista Hispánica Moderna. Año 4. Número 2, 1938, p. 114).

Vicuña Cifuentes participó de distintos círculos literarios, científicos y académicos. En 1889, colaboró con la fundación de la segunda etapa del Ateneo de Santiago junto a Samuel Lillo Figueroa (1870-1958), espacio en el que "leyó sus primeros versos, aquellos qué más tarde le dieron justo renombre en la lírica hispanoamericana" (Araneda, p. 2). En 1909, fue uno de los fundadores de la Sociedad de Folklore Chileno y, en 1911, de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía. En 1916, pasó a ser miembro de la Academia Chilena de la Lengua correspondiente a la Real Academia Española.

En la Sociedad de Folklore Chileno, Vicuña Cifuentes fue parte de la dirección desde sus inicios, además de ser considerado uno de los miembros que más se distinguieron, en conjunto con Rodolfo Lenz (1863-1938) y Ramón Laval Alvear (1862-1929), "por su productividad materializada en numerosas publicaciones y por su invariable resolución de investigar la cultura folclórica como un área de especial significado de la conducta humana" (Danneman, Manuel. "Tres buscadores de la chilenidad: Lenz, Laval y Vicuña Cifuentes". Anales de Literatura Chilena. Año II. Número 14, diciembre 2010, p. 59).

Uno de los artículos que Vicuña Cifuentes publicó mientras fue miembro de la Sociedad de Folklore Chileno fue "Qué es el Folk-lore y para qué sirve", el que apareció en 1911 en las páginas de la Revista Chilena de Historia y Geografía. Este texto se publicó como respuesta a ciertas críticas de algunos lectores del medio que cuestionaron la inserción de un cuento de la tradición popular en sus páginas.

En este estudio, Vicuña Cifuentes coincidió con las ideas expresadas por Rodolfo Lenz en el Programa de la Sociedad de Folklore Chileno respecto del folclor como una rama de la etnología interesada en las manifestaciones de la vida colectiva de un pueblo. En relación con el acercamiento a estas manifestaciones, precisó que el folclor "recoge el pensamiento del pueblo en la forma especial y armónica en que lo emite, sin disfraces ni eufemismos, porque todo lo que el pueblo piensa, siente y cree lo encierra en fórmulas breves de admirable precisión". Vicuña Cifuentes finalizó su exposición con un listado de más de una decena de revistas internacionales que "han estimado oportuno consagrar una de sus secciones a los estudios de Folk-lore" (Vicuña Cifuentes, Julio. "Qué es el Folk-lore y para qué sirve". Revista chilena de historia y geografía. Año I. Número 3, 1911, p. 447-448).

En relación con sus trabajos sobre folclor, se ha considerado que los inició con el libro Coa: jerga de los delincuentes chilenos: estudio y vocabulario, texto que escribió en 1903 y publicó en 1910 (Silva Castro, p. 455).

En su obra Romances populares y vulgares recogidos de la tradición oral chilena (1912), incluyó romances que provenían de la tradición oral española, a los que llamó "populares", así como otros que denominó "vulgares". Este tipo de romance lo calificó como una derivación "del antiguo romance juglaresco", que relataba principalmente "crímenes y truhanerías, portentosos absurdos, historias de cautivos y renegados, leyendas de santos que lavaron la sangre del martirio, las disipaciones de su vida pasada" (Vicuña Cifuentes. Romances populares y vulgares recogidos de la tradición oral. Santiago: Impr. Barcelona, 1912, p. XXIV).

Previo a este trabajo, en Instrucciones para recoger de la tradición oral romances populares (1905), Vicuña Cifuentes había expresado su punto de vista respecto al método de recolección de los romances indicando que debían copiarse "tal como la persona lo recita, sin enmendar un solo verso, sin corregir una sola palabra, por más bárbaro que sea el error, y por más evidente que aparezca. Quitar, agregar, cambiar o trasponer una sola sílaba es desnaturalizar completamente el romance y dejarlo inservible para el objeto que se persigue" (Vicuña Cifuentes, Julio citado en Danneman, Manuel. "Tres buscadores de la chilenidad: Lenz, Laval y Vicuña Cifuentes". Anales de Literatura Chilena. Año II. Número 14, diciembre 2010, p. 80-81).

En 1915, publicó Mitos y supersticiones recogidos de la tradición oral chilena, con referencias comparativas a los de otros países latinos en los que reunió relatos sobre seres míticos y creencias populares variadas. De este trabajo se ha destacado "la vastísima cantidad y variedad de estas creencias que se encuentran reunidas en esta obra, así como el carácter chileno, nacional o local, que las distingue y que se percibe cómo emana de ellas, según lo propuesto en cuanto a representatividad identitaria de un microsistema social que ha hecho suyos determinados bienes culturales de pertenencia recíproca y comunitaria de sus miembros. Por otra parte, resulta digna de encomio la erudición de Vicuña Cifuentes en el manejo de fuentes para sus informaciones comparativas" (Dannemann, p. 89-90).

Con posterioridad a su participación en la Sociedad de Folklore Chileno y en la Sección de Folklore de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía, Vicuña Cifuentes publicó He dicho (1926), volumen en el que reunió discursos académicos que se "encontraban dispersos en diarios, revistas y folletos, ya completamente agotados" (Dinamarca, p. 117), y el libro Estudios de métrica española y Epítome de versificación castellana. Póstumamente, se publicó el libro Prosas de otros días (1939).