En el área andina, donde la música tiene singular importancia por ser parte fundamental de la vida cotidiana de las comunidades, prácticamente cada acontecimiento posee un correlato musical. Uno de estos acontecimientos son las fiestas religiosas, en las cuales, además de las demostraciones de fe viva del pueblo, puede observarse el acervo musical y bailable de las comunidades, transmitido de generación en generación.

Junto con las razones de fe intrínsecas a la acción creyente, el baile religioso popular subsiste gracias a la organización de conjuntos, hermandades, cofradías o sociedades que se preparan todo el año para participar en los diversos eventos del calendario litúrgico, y así ofrendar a los santos de su devoción y al pueblo, los cantos y danzas tradicionales. Entre estas últimas, uno de las más importantes es el taquirari.

El taquirari tiene su origen en los llanos selváticos bolivianos, siendo su sonoridad característica del área andina no sólo por los instrumentos utilizados en él (bronces), sino también porque su coreografía se construye en base a danzas folclóricas. Musicalmente, este ritmo consiste en un patrón rítmico binario de cuatro golpes (confiado usualmente a la percusión), donde el penúltimo se subdivide en dos partes.

La música que se presenta a continuación es un fragmento de taquirari interpretado por una banda de baile de gitanos de La Tirana. Fue grabado en la misma fiesta, región de Tarapacá, en julio de 1967.