Subir

Reactivar la economía nacional

La incorporación de la riqueza salitrera tuvo un enorme impacto en la economía nacional, la cual se volvió completamente dependiente de esta actividad primaria. El salitre se convirtió en el principal producto de exportación del país, representando hacia 1890 el 57% del total de las exportaciones, cifra que se elevó al 79% en 1910.

Este hecho incentivó un sostenido aumento de las importaciones, constituyendo las rentas de aduanas la principal fuente de financiamiento del Estado: en 1895 eran el 80% de las entradas fiscales ordinarias, y se estabilizaron en torno al 75% hasta 1910. Este auge financiero llevó a las elites dirigentes a eliminar gran parte de los impuestos internos y traspasar otros del fisco a los municipios, haciendo caer todo el peso de la carga tributaria que financiaba al Estado en el sector exportador, volviéndose el Estado rentista de la industria salitrera.

Con los nuevos ingresos el Estado expandió el gasto público realizando inversiones en obras públicas, puertos y ferrocarriles, el sistema educacional, y el aparato de administración pública. El sector privado, especialmente el comercio, la agricultura y la incipiente industria manufacturera, también se vieron favorecidos por los nuevos mercados del Norte Grande, sumado al crecimiento urbano de las ciudades del centro y sur del país, especialmente Valparaíso y Santiago.